D. Centroamérica: cruce de intereses
Centroamérica, y especialmente el llamado Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador), supuso una región de gran interés durante la Guerra Fría por su importante valor geoestratégico: el Canal de Panamá (construido en 1914 y controlado por EE.UU. hasta 1999), la región como puente natural a Sudamérica y su gran valor en materias primas (con una fuerte presencia de compañías estadounidenses explotándolas). No es casualidad que la Escuela de las Américas operara desde Panamá a partir de 1946, incrementando su actividad durante los años 60, debido a la “amenaza” del vecino Cuba. En este tiempo, los conflictos en los diferentes países latinoamericanos se sucedieron al igual que en otras regiones: grupos de poder locales aprovechaban la influencia en la zona de Estados Unidos mientras que la población sufría las consecuencias. Las consecuencias de estos conflictos dejaron a la mayoría de los países de Centroamérica en una situación precaria política, económica y socialmente, provocando inestabilidad e inseguridad hasta hoy.
En el siguiente poema, Pablo Neruda (Chile, 1904-1973), denuncia el poder de las compañías estadounidenses en Latinoamérica y su connivencia con los gobiernos dictatoriales.
“La United Fruit Co”, Pablo Neruda (Canto general, 1950)
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La Guerra Fría en Centroamérica
Después de la Segunda Guerra Mundial, las cruzadas anticomunistas locales se sucedieron en países específicos, como fue el caso de Costa Rica en la década posterior al fin de la guerra civil de 1948. También la revolución guatemalteca y los gobiernos de José Figueres dieron causa y razón a una alianza a escala regional de los dictadores anticomunistas de Nicaragua, Colombia, Venezuela y República Dominicana, con participación de los gobiernos autoritarios de El Salvador y Honduras.
Guatemala
Guatemala fue el primer gran escenario de la Guerra Fría en Latinoamérica. La relación con Estados Unidos desde 1901, pasa por la firma del gobierno guatemalteco de un contrato con la United Fruit Co. (“la frutera”, “Mamita Yunay”) para la explotación en concepto de monopolio del cultivo de la banana con mano de obra indígena. Fue una relación con grandes protestas y violencia que llevó a la compañía a controlar el 85% del territorio cultivable del país.
Desde comienzos del siglo XX, el gobierno de Guatemala se había caracterizado por una serie de juntas militares y dictadores que trabajaban en connivencia con la United Fruit Co. Desde 1931, el general Jorge Ubico gobernó autoritariamente hasta 1944, presidencia represiva hacia la población indígena que terminó gracias a las revueltas populares producidas en los últimos años de su mandato. Desde finales de los años 40, sucesivos gobiernos intentaron reformas agrarias e imponer condiciones laborales dignas para los trabajadores del campo, lo que provocó graves conflictos con la United Fruit Co. En 1954, tras una campaña bajo la política anticomunista y el entrenamiento en Honduras del coronel Carlos Castillo Armas, un golpe militar organizado por la CIA. Le siguió un gobierno violento y represivo que derogó la reforma agraria hasta 1957. Una nueva rebelión dentro del ejército contra el gobierno autoritario en 1960 fracasó, pero cimentó una alianza revolucionaria con Cuba que se dio lugar a un guerra civil por los siguiente 36 años para destituir a los diferentes gobiernos militares que se sucedieron. En 1962 se crea el primer grupo guerrillero del país, el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR13), el cual se organizó y estuvo activo en el oriente del país hasta su disolución en 1971. La guerrilla se hizo fuerte, llegando a asesinar a John Gordon Mein, embajador estadounidense en 1968. El conflicto se recrudeció, afectando especialmente a los campesinos indígenas, que quedó en medio mientras veían sus tierras arrasadas y eran obligados a huir. La dictadura de Efraín Ríos Montt (1982-1983) dejó unas 200.000 personas asesinadas, 45.000 desaparecidas, miles de desplazados y graves denuncias de violaciones de derechos humanos. Más de 400 comunidades indígenas fueron destruidas.
El Salvador
Desde finales del siglo XIX, El Salvador de había convertido en una industria cafetera que favoreció a una élite. La crisis de 1929 sin embargo, alteró los precios internacionales e hizo entrar al país en crisis. Se siguió una sangrienta dictadura en 1931, con el General Maximiliano Hernández Martínez en el poder. Un año después, el dirigente indígena Feliciano Ama acaudilló el levantamiento campesino en Izalco. Tras la derrota de la rebelión fue capturado y ejecutado. El ejército reprimió el levantamiento con una estimación de 7.000 hasta 30.000 muertos. Tras una huelga general en 1944, el general fue depuesto. Los gobiernos autoritarios se sucedieron hasta 1979, instaurándose una Junta Revolucionaria de Gobierno, que entregó el poder en 1982. Se sucedieron una elecciones en 1984. El ambiente de violencia política que se había vivido la década anterior contribuyó enormemente a la guerra civil que duraría 12 años (1980–1992) y que costó la vida a más de 75.000 personas entre muertos y desaparecidos.
Honduras
Durante la primera mitad del siglo XX la economía de Honduras fue dominada por empresas estadounidenses fruteras, destacando la United Fruit Company, que influían en los diferentes gobiernos según su conveniencia. En 1930, Honduras era el mayor exportador de bananas del mundo (de ahí el término “república bananera”), situación que cambió con la Gran Depresión y que se prolongó durante toda la década, marcada además por plagas. Tiburcio Carías Andino, ganador de las elecciones de 1932, se fue afianzando en el poder, fortaleciendo al ejército, a las compañías bananeras y reprimiendo a adversarios políticos, como al Partido Comunista de Honduras, y suprimiendo la prensa opositora. Carías estableció fuertes vínculos con los otros dictadores de la región. En 1948 hubo elecciones bajo la presión de Estados Unidos, siendo elegido Juan Manuel Gálvez, gobernando con cierta independencia y favoreciendo la industria del café, aunque la United Fruit Co. recibió un contrato de 25 años. La educación mejoró, los derechos de los trabajadores y hubo cierta libertad de prensa.
En 1954 la región se desestabilizó por la expropiación de tierras que el gobierno guatemalteco impuso a la United Fruit Co. En Honduras se descubrió una operación para derrocar al presidente de Guatemala y esto llevó a una huelga general contra el gobierno y la compañía frutera. Estados Unidos envió gran cantidad de armas a Honduras, desde donde se cruzó la frontera y se provocó el cambio de gobierno en Guatemala. En 1955 se siguió un golpe militar que seguiría a otros hasta 1970. El descontento popular continuó y se culpó a los inmigrantes salvadoreños de ocupación de tierras y de la inestabilidad económica. Estas tensiones provocaron una guerra de 4 días entre hondureños y salvadoreños. En Honduras se siguieron los gobiernos autoritarios, militares y corruptos durante la década, que fue favorable económicamente debido a las importaciones y a los préstamos extranjeros. Una nueva Constitución en 1982 restituyó derechos, sin embargo, tras el triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua, la administración de Ronald Reagan maniobró para evitar que otros países siguieran su ejemplo, convirtiendo Honduras en una plataforma contrarrevolucionaria y financiando a su ejército para tal fin. Esta situación terminó en la década de los 80. Las nuevas elecciones de 1989 favorecieron las políticas neoliberales que tuvieron efectos negativos en el país.
Nicaragua
Desde 1936 hasta 1979, el país vive una serie de gobiernos autoritarios por parte de la familia Somoza. En 1979, la Revolución Sandinista puso fin a la dictadura de la familia Somosa e instituyó un gobierno de izquierdas con el apoyo de México, Cuba, la Unión Soviética y países aliados, realizando cambios sociales y económicos profundos. En 1981, el Ejército Popular Sandinista se convirtió en el ejército más poderoso de Centroamérica. En el contexto de la Guerra Fría esto llevó a un crudo conflicto que condujo a la creación de los contrarrevolucionarios (o “contra”), con el apoyo financiero y armado de Estados Unidos. Muchos nicaragüenses huyeron del país.
2. Del final de la Unión Soviética (URSS) a hoy
En Guatemala, el retorno a la democracia en 1986 tuvo como prioridad acabar con la violencia y hacer valer la ley. Se iniciaron grandes reformas y se constituyó un comité legislativo de derechos humanos, y el establecimiento en 1987 de la Oficina del Procurador de Derechos Humanos. El malestar social y en el ejército, la economía en declive y graves problemas como mortalidad infantil, analfabetismo y salud, llevo a varios intentos de golpe de estado. Las elecciones de 1990 dieron como ganador a Jorge Serrano Elías, que falló un autogolpe en 1993, reforzando el papel del ejército como defensor de la Constitución, que lo quitó del poder. Los siguientes gobiernos lucharon contra la corrupción en diferentes niveles y por la reconstrucción del proceso de paz, además del reconocimiento de derechos humanos e indígenas. Finalmente, se llevó a cabo una importante reforma agraria. Se incrementaron las relaciones con México y Estados Unidos.
En un país como El Salvador en los años de la guerra (1980-1992), Estados Unidos gastó más de 6.000 millones de dólares en ayudar al gobierno y al ejército para derrocar las fuerzas insurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Durante ese conflicto, según la Comisión de la verdad de las Naciones Unidas, murieron unas 75.000 personas y se reportaron homicidios, desapariciones, violaciones, torturas, secuestros y atentados a los derechos humanos, principalmente a manos del ejército. Tras el fin de la guerra civil comenzó la reconstrucción política, económica y social del país que, sin embargo, se vio truncada por una sucesión de catastróficos terremotos. En el plano político es importante destacar el fin del bipartidismo, que no llegará hasta el 2019.
En Honduras, en 1994, el nuevo gobierno tomó medidas para acabar con los últimos mecanismos con los que el poder militar contaba para tutelar al gobierno. En la economía, el balance fue mixto, con medidas de austeridad y programas de alivio social. En 1998 el nuevo gobierno emprendió una campaña de reforma y modernización con atención a las clases pobres, sin embargo, el huracán Mitch provocó tal destrucción, muertes (más de 5.000) y desplazamientos que tuvo que enfocarse en la reconstrucción del país, no paliando la pobreza y en un clima de gran violencia social. El siglo XXI se ha caracterizado por dar la espalda a EE.UU. a favor de contratos con Venezuela, que han marcado una etapa de conflictos.
Nicaragua vio su situación política, social y económica alterada por la creación de la “contra”, por parte de Estados Unidos. Los grupos de insurgentes intentaron el derrocamiento del Frente Sandinista de Liberación Nacional y que, según la Corte Internacional de Justicia, cometieron torturas, ejecuciones, asesinatos arbitrarios, saqueos, reclutamientos forzosos y violaciones. En 1990, la nueva presidenta, Violeta Barrios de Chamorro, puso en marcha un programa de reconstrucción nacional que llevó al crecimiento y estabilización del país, aunque con una fuerte privatización de los recursos públicos (sanidad y educación) y una alta tasa de desempleo (especialmente de combatientes que se reincorporaban a la vida civil). El huracán Mitch, en 1998, provocó una gran destrucción y muertes, creando una crisis en todos los niveles que tardó décadas en resolverse.
Preguntas generales
- ¿Qué elementos en común presentan estos países centroamericanos con respecto a su relación con Estados Unidos durante la Guerra Fría? ¿Cómo se posicionan políticamente en el conflicto? ¿Qué era la contra nicaragüense?
- ¿Cómo influyen las compañías estadounidenses en la política de los diferentes países?
- ¿Cómo cambia la situación política en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua tras el final de la Unión Soviética?