B. La migración ayer: El convulso siglo XX
Desde finales del siglo XIX, se produce un gran flujo migratorio hacia Latinoamérica procedente principalmente desde Europa. El siglo XX se caracterizó en el contexto hispánico por las grandes guerras que afectaron de forma indirecta a Latinoamérica, así como la Guerra Civil española, sin embargo, fue en el contexto de la Guerra Fría y posteriormente las diferentes crisis económicas y climáticas las que tendrán un mayor impacto en las migraciones tanto internas como hacia fuera del continente.
Entre 1900 y 1930 el crecimiento de la población latinoamericana fue superior al 68 por ciento (se superaron los 104 millones de personas). Uno de los principales factores que impulsó este proceso fue la inmigración, que afectó especialmente a los países de la vertiente atlántica: Argentina, Brasil, Cuba y Uruguay. A ese crecimiento contribuyeron españoles y portugueses pero también otros pueblos de Europa y Asia. A Venezuela llegaron cerca de 300.000 europeos entre 1905 y 1930, pero sólo un 10 por ciento permaneció en el país. La inmigración a México fue bastante escasa, algo menos de 24.000 personas entre 1904 y 1924, siendo el factor mayormente responsable la gran inestabilidad causada por la Revolución Mexicana. Los factores que animaron las causas de esta gran migración la encontramos en el ambiente político, caracterizado mayormente por la Primera Guerra Mundial, por el ambiente económico vivido en Europa y América Latina (Latinoamérica permaneció neutral y muchos países incluso se enriquecieron de esta situación, como fue el caso de Chile, Argentina y Uruguay), y en tercer lugar el ambiente sociocultural tanto en Latinoamérica como en Europa (interés en la cultura latinoamericana y ambiente general de acogida, además de similitudes socioculturales o acogida por la diáspora correspondiente).
Se estima que entre finales del siglo XIX y 1920, unos 5 millones de españoles emigraron a Latinoamérica, especialmente a Argentina y Uruguay, analfabetos y relacionados con el trabajo en el campo. Más tarde, la Guerra Civil (1936-39) propiciará el exilio de unas 20.000 a México, en su mayoría relacionados con la cultura y la ciencia o con estudios superiores. A otros países Latinoamericanos llegaron unos 2.000.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, la población latina comienza a crecer en Estados Unidos, ya sea por la migración o por programas de trabajo temporal o acogida de refugiados. Un ejemplo del primer caso es “la gran migración” de puertorriqueños durante las dos décadas siguientes a la Segunda Guerra Mundial, bajo la promesa de mejores trabajos en el continente. Otro caso importante es el Programa Braceros (1942 y 1964, en el marco de la Segunda Guerra Mundial) o Mexican Farm Labor Program entre México y Estados Unidos. Debido a la falta de mano de obra para el campo, el gobierno de Estados Unidos estableció este acuerdo binacional que patrocinó el cruce legal y temporal de alrededor de 4,5 millones de trabajadores procedentes de México a Estados Unidos. Por su dimensión y su duración, es el ejemplo más importante que existe en el mundo de los programas de trabajadores temporales. Los estados que acogieron a estos trabajadores fueron principalmente Texas y California. Muchos de los trabajadores del programa volvieron a México, sin embargo, otros comenzaron familias en Estados Unidos o llevaron a sus familias, estableciéndose en el país.
Durante la Guerra Fría, Cuba fue uno de los puntos más importantes de salida de exiliados a partir de 1959. El exilio cubano se encuentra en su mayoría en Estados Unidos (sobre todo en Florida, cerca o en Miami) y se le considera exilio político, lo que le otorga un tratamiento diferente al de otras personas migrantes. Las salidas del país se extendieron por décadas entre 1960-1980, unas veces con el consentimiento del gobierno cubano y otras no. La primera oleada se produjo en 1959, que se pensó temporal. Entre noviembre de 1960 y octubre de 1962, más de 14.000 niños de entre 6 a 17 años, fueron enviados a los EE.UU. por sus padres en la denominada Operación Peter Pan. La segunda oleada empezó en 1961 entre grandes tensiones con Estados Unidos, cuando comenzaron las nacionalizaciones en Cuba y el gobierno de Castro tomó medidas severas en contra de la oposición, encarcelando a adversarios y posibles adversarios, incluso ejecutando a algunos. De diciembre de 1965 a principios de 1973, bajo las administraciones de Johnson y Nixon, los dos vuelos diarios “Freedom Fligths” (Vuelos de la Libertad) desde la playa de Varadero a Miami, era la única manera de salir de Cuba. Transportó a 265.297 cubanos a los Estados Unidos con la ayuda de agencias religiosas y de voluntarios. Y por último, otra gran oleada a destacar sucedió entre el 15 de abril y el 31 de octubre de 1980, durante la administración de Carter.
El éxodo ocurrió después que un grupo de cubanos en un autobús atravesara las puertas de la embajada peruana pidiendo asilo. Fueron rechazados por Perú pero Castro retiró a los guardias cubanos de la embajada, abriendo la puerta a miles de cubanos en busca de asilo que llegaron a la embajada en los siguientes días. Castro declaró que quiere quisiera podía dejar Cuba, favoreciendo el éxodo más grande a través del puerto de Mariel, donde una flotilla improvisada de exiliados cubanos de Miami en yates y barcos comerciales trasladaron a los ciudadanos cubanos que desearan dejar la isla. En pocas semanas, 125.000 cubanos llegaron a los Estados Unidos a pesar de los intentos de la Guardia Costera por detenerlos.
Centroamérica ha sido una región tradicionalmente castigada por el autoritarismo representado por diferentes caudillos y juntas militares, con una organización ineficiente de la economía, una inmovilidad social que dificulta la participación de la comunidad en los asuntos del Estado, las guerras e invasiones, la Iglesia a menudo aliada con el poder antiprogresista; la incertidumbre económica y social, la corrupción, los proyectos educativos insuficientes y politizados, la violencia de grupos paramilitares o delincuentes, la devastadora fuerza de la naturaleza en forma de erupciones volcánicas y huracanes, son algunas de las razones que provocan el retraso en la región e impelen a la migración. Los flujos migratorios se dirigen principalmente hacia el norte, teniendo como meta llegar a México o Estados Unidos. Uno de los países más castigados entre los años 1980 y 1992 fue El Salvador, cuya guerra civil no solo provocó miles de desplazados y asesinados sino que de los jóvenes desplazados a Los Ángeles en los años 80 nacieron los grupos pandilleros o maras que, tras los acuerdos de paz firmados en 1992, fueron enviados a El Salvador, desde donde se extendieron a Centroamérica y el sur de México. En los últimos años se han encontrado clicas, como se conoce a esas pandillas, en ciudades de Estados Unidos y Europa.
“Tres veces mojado” (2009) es un corrido o ranchera de la banda mexicana Los Tigres del Norte cuyo tema es la inmigración a Estados Unidos y la discriminación durante el camino hacia la persona migrante. Puedes ver el vídeo aquí.
Las diferentes crisis económicas que han sacudido el Río de la Plata (Argentina y Uruguay) desde los años 80 (se habla de la imposibilidad de Argentina de salir de una situación de crisis perpetua) han provocado sucesivas olas migratorias hacia otros países latinoamericanos e incluso a España. Pero será en el siglo XXI cuando se agudice la situación económica en estos países, especialmente en Argentina.
PREGUNTAS GENERALES
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¿Cuáles fueron algunas de las causas para la emigración europea a Latinoamérica durante los primeros años del siglo XX? ¿Qué países fueron los mayores receptores?
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¿En qué consistió el Programa Braceros?
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¿Qué repercusiones tuvo la Revolución Cubana en las olas de exiliados que siguieron?
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¿Cómo influyeron las dictaduras del Cono Sur en el exilio de tantos latinoamericanos?
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¿Qué aspectos de la situación migratoria en Centroamérica destacarías?