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C. La migración hoy: los comienzos del siglo XXI

El siglo XXI comenzó con la convulsión de crisis económicas en diferentes países latinoamericanos que empujó a muchos a buscar nuevas oportunidades en otras regiones y países. Estas migraciones y desplazamientos se produjeron a países latinoamericanos, a Europa (especialmente España) y a Estados Unidos. La inestabilidad política y económica, la violencia y el cambio climático son algunas de las causas más importantes, ya sea por separado o en combinación. En 2020, la pandemia de Covid-19 incrementó los estados de crisis en algunos países de la región y ralentizó la migración por el cierre de fronteras sanitario. Se preveía que a partir de 2021 la migración se incrementara hacia destinos que han podido recuperarse tras las dificultades económicas que marcaron el 2020.

A partir de 2021, esa predicción se cumplió parcialmente. Aunque las restricciones sanitarias se fueron levantando de manera gradual, la recuperación económica fue desigual en la región, lo que provocó una nueva oleada migratoria. Países como Venezuela, Haití, Nicaragua, Cuba y Honduras continuaron experimentando importantes flujos de salida debido al deterioro de las condiciones de vida, la inseguridad y la represión política. Al mismo tiempo, países tradicionalmente receptores como Chile, Argentina o México comenzaron a enfrentar presiones internas por el aumento del número de migrantes y solicitantes de asilo.

En 2022 y 2023, el cambio climático se consolidó como una de las causas estructurales del desplazamiento, especialmente en Centroamérica, donde sequías prolongadas, huracanes e inseguridad alimentaria provocaron una crisis silenciosa en zonas rurales. Las rutas migratorias se diversificaron: miles de personas atravesaron la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá, mientras que otros buscaron nuevas formas de llegar a Estados Unidos, muchas veces enfrentando políticas migratorias más restrictivas.

En 2024, con algunos países experimentando procesos electorales tensos y marcados por la desconfianza ciudadana, la migración volvió a intensificarse. Estados Unidos, bajo nuevas disposiciones de control fronterizo y acuerdos con gobiernos latinoamericanos, aumentó las deportaciones, mientras Europa, especialmente España e Italia, observó un repunte en las llegadas de latinoamericanos que buscaban reconstruir sus vidas fuera del continente.

En lo que va de 2025, la situación sigue siendo compleja. Aunque algunos países de la región han logrado estabilizar sus economías o iniciar procesos de reforma, las desigualdades estructurales, la persistencia de la violencia, los efectos acumulativos del cambio climático y la desconfianza en las instituciones continúan alimentando los movimientos migratorios. Al mismo tiempo, se observa un crecimiento de las diásporas latinoamericanas que se organizan en el exterior, creando redes transnacionales que apoyan a nuevos migrantes y mantienen vínculos culturales y económicos con sus países de origen.

Movilidad intrarregional

En los últimos años, la movilidad intrarregional en América Latina aumentó por la expansión de los medios, el bajo costo del transporte y mecanismos de integración regional. A esto se sumó el endurecimiento de políticas migratorias en países extrarregionales, lo que disminuyó su atractivo como destinos. Argentina, Chile y Brasil siguen siendo los principales receptores de migrantes, sobre todo desde los países andinos y Paraguay.

Desde los acuerdos de paz en Colombia (2016-2017) y el deterioro de la situación venezolana, muchos colombianos han retornado y millones de venezolanos han migrado a países vecinos. En 2021, había 4,1 millones de venezolanos en Sudamérica; Colombia albergaba el 43%, seguida por Perú y Chile (R4V, 2021).

Entre 2022 y 2024, la migración intrarregional creció por crisis prolongadas, pobreza, violencia y desastres climáticos. Colombia, Ecuador, Brasil y Argentina mantuvieron políticas de acogida, destacando Colombia con su Estatuto de Protección para más de 2,5 millones de venezolanos.

Sin embargo, la presión sobre servicios y el aumento de tensiones sociales llevaron a mayores restricciones en países como Chile y Perú. A la par, el cambio climático impulsó nuevos desplazamientos, incluyendo migraciones temporales o circulares.

Mientras la mayoría de los migrantes en África, Asia y Europa permanece en sus regiones, la mayoría de los latinoamericanos vive fuera de ellas. No obstante, la migración dentro de América Latina ha cobrado fuerza y se espera que continúe creciendo.

Movilidad interregional

Hasta 2025, Estados Unidos sigue siendo el principal destino de migrantes sudamericanos fuera de la región, con más del 65% de preferencia. México ocupa el segundo lugar (16%), seguido de Canadá (8%), según datos recientes de la OIM.

La migración hacia el norte sigue predominando en Centroamérica, México y el Caribe. México actúa como país de origen, tránsito y destino. Las detenciones de migrantes del “Triángulo del Norte” (Guatemala, Honduras, El Salvador) superan a las de mexicanos en la frontera sur de EE. UU. También han aumentado los flujos desde Nicaragua, Haití, Cuba y Venezuela.

A principios de 2019, fueron detenidos algunos millares de migrantes que habían logrado llegar a la frontera con los Estados Unidos desde el sur. Algunos recibieron visados humanitarios mexicanos, y otros fueron deportados u optaron por regresar a sus países de origen. Cientos de migrantes permanecieron en Tijuana (México). En febrero de 2019, una caravana de cubanos y haitianos, incluidos algunos africanos y asiáticos, entró en Panamá desde Colombia y posteriormente llegó a México. Modificando su política más abierta anunciada al comienzo de 2019, en abril de ese año México comenzó a detener a los migrantes procedentes de Centroamérica. En septiembre de 2021, miles de personas migrantes (se estima que unos 14.000) convergieron en un campamento improvisado bajo un puente en la ciudad Del Río, Texas, situación que provocó una grave crisis humanitaria que se saldó con la repatriación y procesamiento de miles de estas personas.

La pandemia de Covid-19 tuvo un efecto duradero: aunque las fronteras se reabrieron en 2021, el estancamiento de miles de personas en tránsito durante el cierre dejó secuelas humanitarias persistentes. En 2025, se observa que los flujos migratorios no han disminuido, sino que se han reconfigurado con rutas más complejas y peligrosas, como la del Tapón del Darién, por donde en 2024 cruzaron más de 500.000 personas, según cifras oficiales.

Entre 2022 y 2024, regresaron las caravanas migrantes, impulsadas por la pobreza, la violencia y el cambio climático. Sequías y tormentas en Centroamérica han afectado gravemente a comunidades rurales, forzando su salida. El IPCC destaca el vínculo entre el clima y la migración agrícola.

El acuerdo migratorio de 2023 entre EE. UU. y México reforzó controles fronterizos y limitó el ingreso. EE. UU. exige solicitudes desde países de origen, dejando fuera a muchos en tránsito. Esto provocó crisis humanitarias en lugares como Tapachula y Ciudad Juárez.

Mira este vídeo para saber más sobre la situación en 2023: “Nuevo acuerdo migratorio de México y EE.UU. causa angustia”  (Telemundo).

En 2024, se estima que más de 7 millones de personas han salido de Venezuela desde el inicio de la crisis, siendo esta una de las mayores crisis migratorias del mundo. Colombia sigue siendo el principal receptor con cerca de 2,9 millones de venezolanos, seguido por Perú, Ecuador y Brasil. Sin embargo, ha habido un aumento progresivo de venezolanos en tránsito hacia Estados Unidos y otros destinos del Caribe y Centroamérica, lo que ha complicado la gestión regional de la movilidad.

Movilidad extrarregional

La emigración sudamericana tiene una larga historia y ha aumentado en décadas recientes por crisis económicas, desigualdad e inseguridad. Tras la crisis de 1999, miles de ecuatorianos migraron a España, país que sigue siendo principal destino para venezolanos, peruanos y colombianos.

Desde 2020, la migración extrarregional se ha diversificado. En Europa, además de España, crecen destinos como Italia, Alemania, Países Bajos, Portugal y Reino Unido. Para 2024, más de 4,5 millones de sudamericanos viven en Europa, según la OIM.

Estados Unidos sigue siendo clave para colombianos, brasileños, peruanos y venezolanos, aunque las restricciones migratorias han aumentado. Aun así, los flujos hacia América del Norte crecen por nuevas rutas desde Sudamérica. Canadá también gana importancia por programas laborales y humanitarios.

Se observa además un leve aumento hacia Asia y Oceanía, especialmente Australia, destino de profesionales de Brasil, Argentina y Colombia.

La migración fue tema central en la Cumbre de las Américas de 2022, con una declaración conjunta para promover flujos seguros y ordenados. Sin embargo, su implementación ha sido desigual.

Hasta 2025, persisten causas estructurales de emigración: inflación, precariedad laboral, deterioro de servicios públicos y cambio climático. Los destinos y perfiles migratorios sudamericanos siguen ampliándose.

 

Para aprender más sobre el paso de personas migrantes por la frontera sur de Estados Unidos y su control, explora el proyecto Hostile Terrain 94. Sobre este proyecto se realizó una exposición en Boise State University en 2020. Puedes hacer una visita virtual clicando en este enlace.

Preguntas generales

  1. ¿Cuáles han sido algunas de las causas para el aumento de la movilidad intrarregional? ¿A qué países ha afectado?

  2. ¿Cuáles han sido algunas de las causas para el aumento de la movilidad interregional? ¿A qué países ha afectado?

  3. ¿Cuáles han sido algunas de las causas para el aumento de la movilidad extrarregional? ¿A qué países ha afectado?

  4. Uno de cada treinta (juego de rol)

1 persona de cada 30 es una persona migrante. Imagina que eres una de esas personas y tienes que migrar de tu región a otro país (que tenga relación con la clase).

Piensa en:

  • Cuál es el motivo de tu viaje según la región en la que te encuentras,

  • Cuál es tu situación familiar y cómo afectará a tu familia tu viaje,

  • Qué necesitas para tu viaje (tu presupuesto es muy reducido: 2.000 dólares; y no tienes la documentación necesaria para entrar en el país de destino). Haz una lista.

  • Qué problemas puedes enfrentar en tu camino (piensa en la geografía, mafias, comida y aseo, violencias en la región, etc.)

  • Piensa en cómo te puede afectar el viaje a si eres hombre o mujer.

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