Capítulo 5. La comunidad LGBTIQ+
Preguntas para reflexionar
¿Cuál es la situación de los individuos y colectivos LGBTIQ+ en la región? ¿Qué países reconocen y protegen los derechos de estas personas? ¿Cuál es la historia de la lucha por los derechos LGBTIQ+ en Latinoamérica? ¿Cómo repercutió la llegada de los europeos a las relaciones e identidades sexuales de los pueblos precolombinos?
Vocabulario básico
LGBTIQ+: Siglas que denominan de forma inclusiva a todos los individuos y comunidades que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexo o aquellos/as que tienen dudas acerca de su sexualidad y/o identidad de género (“Q”). No existe una forma única de ordenar las letras, añadiéndose a veces la A de “aliados”. El signo “+” reconoce que es imposible enumerar todos los términos que la gente utiliza en la actualidad. En Latinoamérica, comúnmente se usa el término “minorías sexuales”.
Sexo asignado al nacer: El sexo (masculino o femenino) asignado a un bebé al nacer, con frecuencia basándose en la anatomía externa. También referido como sexo al nacer, sexo natal, sexo biológico o sexo.
Identidad de género: sexo mental, el sentido interno de ser hombre o mujer. La identidad de género es innata. La identidad de género es diferente a la orientación sexual.
Orientación sexual: La forma en que una persona caracteriza su atracción emocional y sexual hacia otros.
Transgénero: Describe a la persona cuya identidad de género y sexo asignado al nacer no corresponden. También usado como un término general para incluir a las identidades de género fuera de lo masculino y femenino. Algunas veces abreviado como trans.
Cisgénero: Término que designa a la persona en la que el sexo de nacimiento encaja exactamente con su identidad sexual (es decir, una persona que no sea transgénero).
Homofobia, transfobia, etc.: rechazo a las personas o comunidades que se identifican como LGBTIQ+.
Elle: Pronombre usado por algunos individuos y comunidades tanto LGBTIQ+ como afines para referirse a las personas trans. Fue reconocido por el “Observatorio de palabras” de la RAE como “un recurso creado” para quienes “puedan no sentirse identificados con ninguno de los dos géneros tradicionalmente existentes”, sin embargo, se retiró del observatorio poco tiempo después por ser motivo de discusión.
Heteronormatividad: hace referencia a lo relativo a un sistema sociopolítico y económico en el que la heterosexualidad y lo masculino tienen supremacía sobre el resto de las identidades sexuales y de género. Adrienne Rich, poeta y activista feminista estadounidense, fue la primera en referirse a lo heteronormativo, en 1980.
INTRODUCCIÓN
El colectivo LGBTIQ+ ha enfrentado años de lucha en Latinoamérica y en la comunidad latina de Estados Unidos que han repercutido en logros con respecto al reconocimiento y a la igualdad de derechos con otras personas. Sin embargo, la situación desigual con respecto a los logros en las diferentes regiones presenta un panorama de avances significativos en algunos países y situaciones de violencia homofóbica en otros.
La sexualidad y las relaciones sexuales cambiaron con la llegada de los europeos a América. La homosexualidad en los pueblos precolombinos es poco conocida debido a que históricamente ha sido un tema objeto de la censura homofóbica. Dada la cercanía de los conquistadores españoles a la Iglesia católica, que considera la homosexualidad como un pecado, fue una práctica prohibida y castigada (a veces con la muerte) desde los inicios de la colonización de América. En muchas sociedades precolombinas se castigaban fuertemente el adulterio (incluso si era permitida la poligamia), la violación, la prostitución, el incesto y la pedofilia, no así la homosexualidad como un acto entre adultos y por mutuo consentimiento. Por ejemplo, en algunos pueblos prehispánicos de Mesoamérica se permitía la poliginia, la sodomía y hasta la pedofilia, aunque castigaban con la mutilación o la muerte el adulterio y otras situaciones que consideraban transgresoras, según el editor de la revista Arqueología Mexicana, Enrique Vela. Por razones obvias, no todos los pueblos prehispánicos compartían las mismas ideas con respecto a la orientación sexual, pues se trata de culturas diferentes con diferentes costumbres sociales.
En la actualidad, numerosos colectivos luchan en todo el continente por el reconocimiento y los derechos de las personas LGBTIQ+, no en vano, la cara más oscura de la discriminación la representan los casi 1.300 asesinatos en los últimos 7 años de personas con una orientación sexual o identidad de género diversa en Latinoamérica (siendo la mayoría en Colombia, México y Honduras). Un ejemplo que tuvo una amplio eco fue, a principios de 2019 en Puerto Rico, el asesinato de Kevin Fret, quien era reconocido como “el primer artista latino de trap declarado abiertamente gay”, según una publicación Vanity Fair. Otra forma de violencia es el hecho de que las relaciones homosexuales siguen estando penadas en nueve países de América Latina y el Caribe, entre los cuales destaca Jamaica y Guayana. Solo en cuatro países (Bolivia, Ecuador, Cuba y México) se protege de manera explícita en la Constitución a las personas LGBTIQ+, mientras que el matrimonio o la unión civil entre personas del mismo sexo solo se reconoce en siete.
La opinión pública sobre la población LGBTIQ+ era mayoritariamente negativa según los datos de la Vanderbilt University, recopilados entre 2016 y 2017, ya que más del 62% de la población de América Latina y el Caribe “desaprueba con fuerza” el matrimonio igualitario. La pandemia de covid-19 ha profundizado la discriminación hacia el colectivo y los individuos.
Como contrapunto, cabe señalar que el 25 de mayo de 2020, Costa Rica se convirtió en el primer país de Centroamérica en permitir el matrimonio igualitario gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia.
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