Capítulo 7. La población latina en los Estados Unidos: pasado, presente y futuro
Preguntas de reflexión
¿Qué es ser latino en Estados Unidos? ¿Hay regiones donde hay una mayor presencia de esta comunidad? La comunidad latina es muy diversa, ¿cuál es la historia de cada una de las microcomunidades que la componen? ¿Desde cuándo está presente la cultura latina en esta parte del continente americano? ¿Qué representaciones culturales latinas encontramos en Estados Unidos? ¿Hasta qué punto la cultura latina forma parte de Estados Unidos y la cultura popular?
Vocabulario básico
Latino/hispano: Las palabras latino e hispano tienen varios significados que cambian según usen en Europa, Latinoamérica o Estados Unidos. En general, la palabra latino se refiere a una persona que habla una lengua derivada del latín o los pueblos que fueron parte del Imperio Romano, lo que incluye en Europa Italia, España, Portugal, etc. Por otra parte, latino también se refiere a las personas originarias de Latinoamérica y especialmente a aquellas que viven en Estados Unidos. En el caso del término hispano, también su significado depende del contexto: en su acepción más amplia se refiere a una persona procedente de Hispania (la Península Ibérica en tiempos del Imperio Romano). A través de esta relación, los pueblos hispanos son aquellos que mantienen una conexión cultural y de lengua con España. Y por último, el término hispano también señala la procedencia u origen de una persona de un país hispanoamericano (latinoamericano donde se habla español). En Estados Unidos, a menudo, los dos términos (latino/hispano) se usan de manera intercambiable.
Diáspora: término que se ha ampliado para designar a todo aquel pueblo, colectivo o grupo humano que se encuentra disperso fuera de su país de origen.
Introducción
En la actualidad, de los más de 325 millones de habitantes de Estados Unidos, casi 59 millones son de origen latino, el 18% de la población. México es, de lejos, el país más representado con más del 60% del total de latinos en EE.UU. Le siguen Puerto Rico, Cuba, El Salvador y República Dominicana.
El territorio que hoy conocemos como Estados Unidos (1776- ), fue antes parte de España durante unos 300 años (Florida fue territorio español desde 1565 hasta 1821, cuando fue cedida a Estados Unidos). Tras la independencia de México, parte del territorio que fue parte de España pasó al control de México, y poco después fue vendido o cedido en tratados a Estados Unidos hasta que en 1848 la región quedó configurada como la conocemos en la actualidad. Muchas de las familias que vivían en estos lugares se encontraron de un día para otro siendo estadounidenses, después de generaciones como españoles o mexicanos: no habían pasado la frontera, “la frontera les había pasado”. En estos territorios, la lengua europea que se hablaba era el español (antes que el inglés) y las costumbres y tradiciones tenían su origen en España y México.
En 1898, la Guerra Hispano-Estadounidenses se cobró las últimas colonias españolas en ultramar, pasando a ser gobernadas o controladas por Estados Unidos: Filipinas, Cuba y Puerto Rico. La independencia de Filipinas no fue reconocida por Estados Unidos hasta 1946, y Cuba fue un país tutelado por Estados Unidos hasta 1959, año de la Revolución Cubana. Puerto Rico continúa siendo un Estado Libre Asociado, con una gran dependencia de las decisiones de Washington D.C. Por su relación histórica, cubanos y cubanoamericanos se encuentran mayormente en la costa este, especialmente Nueva York y, a partir de 1959, Florida. Asímismo, en la costa este (especialmente Nueva York, Nueva Jersey y Chicago), se encuentran grandes comunidades de origen puertorriqueño.
El siglo XX, como hemos visto, destacó por grandes movimientos migratorios desde diferentes partes de Latinoamérica, que aportaron nuevas poblaciones hispanohablantes a Estados Unidos o que dieron mayor peso a las ya existentes, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial. El Programa Braceros supuso un gran aporte poblacional de mexicanos, sobre todo a California y Texas, entre los años 1942-1964; otro flujo importante fue el de personas migrantes dominicanas que se establecieron en Estados Unidos a partir de la década de 1960 huyendo de la violencia política (asesinato del dictador Rafael Leónidas Trujillo (1961), golpe de Estado (1963) y la guerra civil y ocupación militar de Santo Domingo por los Estados Unidos (1965); y finalmente es importante destacar la importancia de los refugiados procedentes de El Salvador desplazados por la guerra civil (1980-1992), establecidos sobre todo en el este estadounidense. Se puede decir que el siglo XX, marcado por las políticas de intervención en los países latinoamericanos, ha influido de manera importante en el desplazamiento de millones de personas.
El siglo XXI se ha proyectado como el momento en el que Estados Unidos se convierta en el país con la mayor población hispanohablante del mundo, superando a México que, en la actualidad, cuenta con más de 119 millones. Sin embargo, como ya se ha destacado, la cultura latina y el español son una parte esencial de Estados Unidos desde sus orígenes como país.
Para finalizar, cabe destacar que, a pesar de la importancia de los latinos en la historia y el presente de los Estados Unidos, y de la gran influencia de muchos de ellos, esta minoría es discriminada en diferentes aspectos, no solo por razones históricas y socioeconómicas sino por un sentimiento desde algunos sectores que sienten amenazada una cierta supremacía cultural y lingüística que no es tal. A pesar de estos grupos de odio, desde 1968 se celebra de manera oficial la herencia hispana en Estados Unidos, ampliado en 1988 a un mes, entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, para remarcar la importancia de los latinos en el país.